Aunque es una droga legal, el alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central,SNC, lo que significa que relaja, reduce la ansiedad y relaja las inhibiciones. Cuando alguien consume alcohol, el cerebro libera dopamina y endorfinas, que producen sentimientos de satisfacción y elimina el dolor. Con el tiempo, las personas necesitan consumir más y más alcohol para satisfacer al cerebro.

La investigación ha identificado diferencias en cómo el centro de recompensa del cerebro responde al alcohol en condiciones pesadas y ligeras en los bebedores. En cualquiera de los grupos, el alcohol causó la liberación de endorfinas que se sienten bien de forma natural en los dos hemisferios cerebrales, en las regiones vinculadas al procesamiento de recompensas. Una vez adicta la persona, la abstinencia del alcohol representa peligros físicos y problemas psicológicos.