Por: Ana Vera P.
Cuando oímos sobre las estrellas de cine, nuestra imaginación nos transporta a ideas de glamour, fantasías, lujos, seducción, magia, ensueño; pero la realidad en muchos casos es totalmente diferente o no fue así desde el comienzo de ese estrellato que hoy conocemos.
Tal es el caso de Philip Anthony Hopkins, mejor conocido en el medio como Anthony Hopkins. Nacido en Margam, en el Reino Unido el 31 de Diciembre de 1937; a lo largo de su prolífera vida ha sido actor, compositor, director, productor dibujante, escritor, músico y pintor.
Quién no recuerda su salto a la fama internacional, en particular por su interpretación de Hannibal Lecter, personaje psicópata, violento y antropófago de las películas The Silence of the Lambs (traducido al español como El Silencio de los Inocentes), Hannibal y Red Dragon. Durante su carrera ha ganado numerosos premios, entre otros: el Óscar, el Emmy, el Premio Cecil B. DeMille de los Globo de Oro, el BAFTA y el Premio Donostia del Festival Internacional de Cine de San Sebastián siendo reconocido, hoy por hoy, como uno de los mejores actores del cine.
Pero su vida no siempre ha estado enmarcada dentro de ese encanto hollywoodense . Hopkins ha mantenido una larga lucha contra el alcoholismo, flagelo que lo envolvió y puso en riesgo no sólo su carrera, sino, su propia vida.
Como ha declarado a sus 82 años: «Yo bebía porque era inseguro respecto a mí mismo y me convertí en adicto. No podía parar de beber. Ahora, cuando pienso en esos días, los considero en cierta medida como una bendición, porque gracias a aquello por lo que pasé y a que pude superarlo, ahora soy una persona fuerte pero a la vez compasiva. Nadie puede imaginarse lo sola que se siente la gente que está metida en el alcoholismo, lo absolutamente solo que me sentía yo».
Y prosigue: «En la juventud, parecía que la bebida me ayudaba a liberarme, a sentirme más libre y, por ende, a actuar mejor. Muchas personas en mi profesión piensan de la misma manera. Se equivocan».
En 1964, Hopkins consiguió un trabajo en el Teatro Nacional y ese mismo año fue despedido por su habitual estado de embriaguez. «Durante 15 años, bebí todo lo que no se podía morder», admite el actor.
Un hecho poco conocido ocurrió una vez cuando Anthony se despertó al volante de su automóvil en un lugar totalmente desconocido y no podía recordar cómo llegó hasta allí. Al respecto, confiesa: “De vez en cuando me quedaba dormido al volante. Podía provocar un accidente». Ese fue el momento en que el actor decidió dejar de beber.
Ha declarado: «El alcohol casi me mata. Si no hubiera dejado de beber, ahora estaría en algún lugar de México. En el mejor caso, debajo de una cerca, y en el peor, enterrado bajo un cactus». Ahora el actor tiene 82 años y ha superado su adicción. Lleva sobrio desde los 41, casi la mitad de su vida.
El alcoholismo se manifiesta como una enfermedad crónica, en la que el paciente no es capaz de controlar la ingesta de bebidas alcohólicas. Esta adicción afecta a la persona tanto en su salud física como psicológica, dañando sus relaciones sociales, familiares, laborales.
El alcoholismo se refiere al consumo excesivo de alcohol, de forma prolongada y continúa en el tiempo, generando por tanto una dependencia a dicha sustancia. Sigue siendo uno de los flagelos que aqueja a la juventud. Siendo la edad de inicio en promedio los 13 años.
POR QUÉ SE CONSUME ALCOHOL?
Son muchas las causas por las que la mayoría de personas consumen bebidas alcohólicas, entre ellas:
• Sentirse aceptados por un grupo.
• Buscando efectos de bienestar, placer.
• Para divertirse.
• Para vencer la timidez.
• Como vía de escape a los problemas.
Su consumo afecta al Sistema Nervioso Central. El alcohol es una droga con efectos depresores, lo cual quiere decir que poco a poco, frena, desacelera las funciones cerebrales.
ALGUNOS DE LOS EFECTOS DEL CONSUMO DEL ALCOHOL
• Desinhibición.
• Excitación o euforia, pérdida del autocontrol.
• Sensación de relajación.
• Falsa sensación de mejora en las relaciones personales.
• Dificultad en el habla.
• Se hace más difícil asociar ideas, disminución de la capacidad de pensamiento, confusión mental.
• Dificultad de equilibrio y de control motriz.
• Somnolencia, pérdida de consciencia, coma o muerte, a causa de la paralización del centro respiratorio y vasomotor.
CONSEJOS PARA SUPERAR EL ALCOHOLISMO
- Admitir que se tiene un problema es el comienzo de la superación de la adicción; este primer paso te abrirá un abanico de opciones para iniciar el arduo pero fructífero camino a la recuperación de una vida plena.
- El entorno debe conocer el problema. Hablar con las personas más cercanas como familiares, amigos, maestros, compañeros de trabajo para contar lo que te está pasando y pedir ayuda, es fundamental al no ser un problema de fácil solución.
- Compromiso. Es importante que reflexiones sobre tu vida y valores todas las ventajas que obtendrás al dejar de beber, así como una vida sana tanto física como psicológicamente. Hacer una lista de todo aquello negativo a lo que dirás adiós cuando dejes de beber y ponerla en un lugar visible de tu casa es una opción para tener presente los beneficios que obtendrás una vez superada la adicción.
- Ocupa tu tiempo libre. Es importante que empieces a buscar actividades o hobbies para ocupar ese tiempo que antes pasabas bebiendo. Con el alcoholismo muchos pierden su trabajo o sus estudios y están la mayor parte del día en casa, lo cual es muy agobiante y aburrido, por eso las tentaciones de beber son altísimas. Intenta recuperar las cosas con las que antes disfrutabas o simplemente intenta descubrir otras nuevas que te llenen.
- Buscar ayuda. Encontrar grupos de apoyo con personas en una situación similar a la tuya, te ayudará a tomar perspectiva del problema y podrás contar en caso de que quieras desahogarte o pedir ayuda.
- Es importante tomar en consideración que el proceso de recuperación puede tener recaídas. No lo interpretes como un fracaso por el contrario es una oportunidad para aprender.
Reconocer y perseverar sobre el problema, marcará el inicio para superar la adversidad